La empresa, ubicada al pie de la colina de Marfuga, proviene de una antigua familia de agricultores. Testimonios como una unidad de medida de venta, marcada por el Estado Pontificio, encontrada en los almacenes de la empresa, demuestran que, desde 1817, vendía aceite obtenido de sus propios olivares.
Aceites de oliva virgen extra extraordinarios, obtenidos de aceitunas rigurosamente en el momento adecuado de madurez y extraídos con gran meticulosidad, experiencia y con las tecnologías más innovadoras; aceites raros (a veces la producción es de unos pocos miles de botellas) y preciosos que son apreciados por quienes aman los aceites de oliva virgen extra auténticos, afrutados y fragantes, con una elegancia y equilibrio inconfundibles, con un claro sabor a oliva, decididamente herbáceo con notas dominantes de alcachofa y almendra verde.
La empresa utiliza energía 100% renovable para su propio consumo y emplea fertilizantes orgánicos en toda la propiedad.